Cuentan con características edificatorias muy diferentes, por corresponder en épocas pasadas, a una vecindad con niveles económicos distintos. En el Área de Rehabilitación Preferente de Selgas, se conservan grandes casas de una sola familia junto a costeadas viviendas de vecinos, mientras que, en el Área de Rehabilitación Preferente de Cava, las fincas son más modestas, de una superficie menor, como corresponde a una población con menor poder adquisitivo.
Sin embargo, las tres áreas tienen una problemática común que ya existía antes del terremoto. Una tendencia a la despoblación por los desequilibrios de servicios y equipamientos que ofrecían los nuevos barrios y que se vieron incrementados por los efectos del seísmo.
El patrimonio edificado se encuentra muy degradado, desocupado en una proporción alta y vienen produciéndose demoliciones como consecuencia del mal estado de conservación de las edificaciones. Estas tres áreas configuran las principales vías del casco antiguo que fue declarado conjunto histórico artístico el 5 de marzo de 1964, siendo el primero de la Región de Murcia con este reconocimiento.
La Ley de Patrimonio Histórico Español de 1985 obliga a los municipios a elaborar un plan de protección del conjunto histórico artístico. En él, se definen las medidas de conservación y protección de todo el conjunto. Tras el terremoto se pusieron en marcha una serie de acciones para propiciar la reconstrucción. Sin embargo, el régimen de ayudas establecido resultó insuficiente para conseguir el objetivo de la total reconstrucción, ante la dificultad de aunar las voluntades de los propietarios de edificaciones demolidas que debían proceder a su reedificación.
La función social de la propiedad implica para su titular no sólo facultades o derechos, sino también obligaciones y deberes, pudiéndose establecer límites, siempre en aras del interés general y por razones de interés público.
La intención es iniciar la reedificación de los solares de la primera de las áreas de rehabilitación preferente, la de la calle del Álamo y adyacentes, lo que llevará a una sinergia no sólo en las otras dos áreas previstas, sino en todo el conjunto. Y, mientras se aplicarán nuevas iniciativas para mejorar todo el entorno de la ‘vieja ciudad’.
Dos de ellos, Selgas con Fernando V y Leonés, se levantarán con la participación de la empresa municipal del suelo y vivienda, Suvilor, que pretende dar solución al problema estructural de vivienda que presenta no sólo Lorca o la Región, sino todo el país. Hace apenas unos meses, el Banco de España alertaba del déficit de vivienda. Apuntaba que hacen falta 600.000 para dar respuesta a las necesidades, pese a que hay casi cuatro millones de viviendas vacías o desocupadas.
Faltan viviendas, por la falta de suelo para construir, pero también por la escasez de inversiones destinadas a la adquisición y la promoción de nuevo suelo urbano. Después de años de letargo y de un conato de desaparición, recientemente retomaba su actividad la empresa municipal del suelo y vivienda, Suvilor, que pretende reactivar la construcción allí donde más falta hace, en el casco antiguo de la ciudad.
Dos proyectos están en marcha, a los que esperamos sumar más en breve. Mientras, la ciudad vive un resurgir en áreas como ‘El Gato’ o la zona que va desde el Complejo Deportivo Felipe VI hasta Apolonia. Vamos a ser muy vigilantes en que las nuevas promociones, sobre todo en el recinto histórico, se ocupen con viviendas habitables. Espacios que no tengan que abandonarse cuando la familia crezca, con aparcamientos y locales para nuevos negocios y establecimientos que le devuelvan la vida a esta zona que nunca debió perderla.
Es, repito, el plan más ambicioso abordado en décadas. La iniciativa, valiente, está integrada en el compromiso marco de carácter local con la vista puesta en el horizonte 2032. La recuperación de la ‘vieja ciudad’ es una prioridad para el Gobierno de Lorca, para Suvilor, pero siempre ayudada por los empresarios a los que les he pedido que mantengan su impulso para consolidar el nuevo modelo de ciudad. Lorca está embarcada en un nuevo y ambicioso ciclo en el que Ayuntamiento y el colectivo empresarial caminan juntos.
En pocos meses, los proyectos en el casco antiguo suman casi medio centenar de viviendas, una treintena de aparcamientos y tres locales comerciales. A ellos, se suma un proyecto de urbanización en el Camino Marín de 139 viviendas y 219 plazas de aparcamiento. Y el impulso de una nueva zona de crecimiento entre San Diego y Tercia para 1.400 viviendas, de las que el 30 por ciento, unas 400, estarán sujetas a algún régimen de protección pública.
Es, como decía, el plan más ambicioso nunca antes abordado, en el que se intenta no sólo recuperar el casco antiguo, crear vivienda joven, hogares adaptados para personas con movilidad reducida, ampliar las plazas de aparcamiento, crear locales para establecimientos comerciales y hosteleros… sino transformar el modelo de ciudad.
Casco antiguo, nuevas zonas de crecimiento… están en la agenda más inmediata, pero sin apartar la vista de los barrios de toda la vida que también necesitan, como el de San Cristóbal, mejorar sus equipamientos transformando antiguas zonas industriales. El Barrio experimentará una profunda transformación con la construcción del Centro de Salud, de la nueva Plaza de la Hortaliza y 250 viviendas y 4.800 metros cuadrados de locales para dinamizar todo el entorno que se mostraba degradado.
Lorca vive un punto de inflexión que nos va a permitir acabar con ese modelo de ‘ciudad dormitorio’ que comienza a remitir, como también el fenómeno de la infravivienda. La ciudad está inmersa en un impulso cultural con plazas y calles repletas de lorquinos, pero también de visitantes que está repercutiendo en las estadísticas de comerciantes y hosteleros.
En ese compromiso marco de carácter local, en ese plan de actuación integral para todo el territorio, pedanías, barrios y recinto histórico, Suvilor, la empresa municipal del suelo y vivienda, tiene mucho que aportar para lograr esa Lorca que todos añoramos desde hace años. Y que estamos dispuestos a recuperar para los lorquinos, pero también para los miles de turistas que pretendemos que lleguen a nuestra ciudad que está acentuando en los últimos meses su capitalidad como cabecera de la comarca de los Vélez y de la Almanzora.
Fulgencio Gil Jódar
Alcalde